El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está enfrentando críticas de activistas antiaborto por su negativa a respaldar una prohibición federal del aborto y por denunciar la firma del gobernador de Florida, Ron DeSantis, de una prohibición del aborto a las seis semanas como un «terrible error». En una entrevista en el programa «Meet the Press» de NBC, Trump se negó a declarar si apoyaría una prohibición federal del aborto, afirmando que podría «vivir» con que el procedimiento fuera prohibido por los estados individuales o a nivel nacional a través de una acción federal.
DeSantis, quien ha sido considerado como un posible rival de Trump, respondió a las críticas defendiendo la legislación de Florida y cuestionando el compromiso de Trump con la causa pro-vida. DeSantis argumentó que criticar a los estados por promulgar protecciones pro-vida para los bebés es incompatible con ser pro-vida.
La organización antiaborto más grande del país, Susan B. Anthony Pro-Life America, emitió un comunicado expresando su decepción con la posición de Trump y afirmando que «cualquier cosa menos restrictiva no tiene sentido». La organización enfatizó la necesidad de un candidato que esté dedicado a salvar la vida de los niños y apoyar a las madres necesitadas.
La postura de Trump sobre el aborto ha sido vista como un cálculo político, sugiriendo que la decisión de la Corte Suprema de anular Roe v. Wade abrió la oportunidad para que los conservadores negocien nuevas restricciones. Sin embargo, su renuencia a respaldar prohibiciones nacionales más agresivas ha recibido críticas de algunos republicanos que están impulsando regulaciones de aborto más estrictas.
Una encuesta reciente realizada por el Centro de Investigación de Asuntos Públicos de Associated Press-NORC encontró que la mayoría de los adultos estadounidenses creen que se debería permitir el aborto hasta las seis semanas de embarazo. Prohibir el aborto en esta etapa, como lo ha hecho Florida, no es popular entre el público.
En general, los comentarios de Trump han dejado a algunos republicanos cuestionando su compromiso con la causa pro-vida y han creado divisiones entre los votantes y activistas del GOP. Mientras que algunos están satisfechos con el historial de Trump durante su presidencia, otros están pidiendo que respalde una prohibición nacional del aborto.
En resumen, la negativa de Trump a comprometerse con restricciones nacionales al aborto y su crítica a la prohibición del aborto a las seis semanas en Florida han provocado críticas de activistas antiaborto. El futuro de las políticas de aborto y el movimiento pro-vida dentro del Partido Republicano sigue siendo incierto a medida que continúan surgiendo divisiones sobre este tema.
Fuentes:
– Associated Press
