Tres individuos en el Reino Unido han sido diagnosticados con Brucella canis, una infección bacteriana típicamente encontrada en perros. Esta enfermedad causa dolor, cojera e infertilidad en los caninos y también puede transmitirse a los humanos a través del contacto con los fluidos corporales de un animal infectado. Aunque los casos en humanos suelen ser leves, Brucella canis puede llevar a condiciones más graves como la meningitis y la septicemia.
La primera persona en ser diagnosticada con esta infección en el Reino Unido fue Wendy Hayes de Stoke-on-Trent. Contrajo la enfermedad de su perro de rescate durante el proceso de parto y se vio obligada a sacrificar a sus cinco perros familiares. Otra persona con la infección, que trabajaba en una clínica veterinaria, fue identificada a través de pruebas de rutina a pesar de no mostrar síntomas.
Desde el verano de 2020, ha habido un aumento en el número de informes de infección por Brucella canis en perros, especialmente en aquellos importados de Europa del Este. El número de casos en perros aumentó de nueve en 2020 a 91 este año. Aunque la enfermedad no siempre es mortal en los perros, es incurable y la única forma de controlar la transmisión es a través de la eutanasia.
Los signos de Brucella canis en perros incluyen letargo, envejecimiento prematuro y dolor de espalda. Algunos perros pueden parecer asintomáticos. En los humanos, no se han reportado casos fatales, pero los síntomas pueden incluir fiebre, dolores de cabeza, pérdida de peso y, en casos graves, meningitis, septicemia y artritis. Los síntomas pueden tardar años en manifestarse y pueden reaparecer durante varios años.
Si bien no se conocen casos de transmisión de la enfermedad entre humanos, se cree que es posible a través de transfusiones de sangre. El informe de la Human Animal Infections and Risk Surveillance (HAIRS) recomienda que los criadores de perros y las organizaciones benéficas que importen perros del extranjero sean sometidos a pruebas de Brucella canis. También se aconseja a los veterinarios que tratan a perros importados que utilicen equipo de protección personal adecuado para minimizar el riesgo de infección.
Fuentes:
– Artículo original: Independent.co.uk
– Informe de la Human Animal Infections and Risk Surveillance (HAIRS)