La sensibilidad corneal desempeña un papel crítico en el mantenimiento de la salud ocular. La córnea tiene la mayor concentración de fibras nerviosas sensoriales y autónomas de cualquier tejido humano, lo que no solo ayuda a detectar la sensibilidad, sino que también proporciona nutrición esencial al epitelio corneal. Las alteraciones en la estabilidad de la película lagrimal y el daño en la superficie ocular pueden provocar disfunción de la barrera epitelial corneal, lo que hace que la córnea sea más vulnerable a las lesiones.
Una causa común de inestabilidad de la película lagrimal y enfermedad de ojo seco es el uso a largo plazo de ciertos medicamentos tópicos para los ojos, especialmente aquellos utilizados para reducir la presión intraocular en pacientes con glaucoma. Esto puede provocar dolor, deterioro visual y reducción de la sensibilidad corneal, lo que puede conducir eventualmente a la queratitis neurotrófica, una condición degenerativa caracterizada por disfunción de la inervación corneal.
Un estudio reciente utilizó un estesiómetro no invasivo y portátil llamado Corneal Esthesiometer Brill (CEB) para evaluar la sensibilidad corneal en pacientes con enfermedad de ojo seco, pacientes con glaucoma que utilizan gotas para reducir la presión intraocular y personas sanas. El estudio encontró que tanto los pacientes con enfermedad de ojo seco como los pacientes con glaucoma tenían una sensibilidad corneal significativamente reducida en comparación con el grupo de control. Además, los pacientes con enfermedad de ojo seco informaron más síntomas en comparación con los pacientes con glaucoma y las personas sanas.
La estesiometría corneal no se realiza de forma rutinaria en la práctica clínica debido a la naturaleza invasiva y difícil de usar de los dispositivos actuales. Sin embargo, el CEB ofrece varias ventajas sobre los estesiómetros existentes. No requiere contacto con la córnea, lo que lo hace adecuado para su uso en patologías corneales infecciosas. El CEB también proporciona resultados precisos y reproducibles, con un sesgo limitado por parte del usuario.
El CEB tiene cinco niveles de estimulación, siendo el primer nivel subumbral y los niveles siguientes correspondientes a niveles crecientes de sensibilidad corneal. Las córneas sanas generalmente se encuentran dentro de los niveles 2 y 3, mientras que los pacientes con enfermedad de ojo seco o glaucoma a menudo tienen un umbral de sensibilidad reducido en los niveles 4 y 5, lo que indica hiposensibilidad corneal.
La estesiometría no invasiva proporcionada por el CEB puede servir como una herramienta de detección valiosa para detectar las etapas tempranas de la queratitis neurotrófica. La identificación temprana del daño a los nervios corneales permite una intervención y un tratamiento oportunos para prevenir el daño a largo plazo en la superficie ocular. Para los pacientes con glaucoma, la disminución de la sensibilidad puede ser una indicación de cambiar a gotas para los ojos sin conservantes o considerar intervenciones alternativas. En los casos de enfermedad de ojo seco, la disminución de la sensibilidad puede motivar el uso de medicamentos específicos como el cenegermin (Oxervate) para el manejo de la queratitis neurotrófica.
En conclusión, el uso de la estesiometría no invasiva, particularmente con el CEB, puede ayudar en la detección temprana de la queratitis neurotrófica y permitir que los profesionales de la salud ocular implementen tratamientos dirigidos para restaurar la función corneal. También brinda la oportunidad de evaluar de manera continua la efectividad del tratamiento.