Un estudio reciente ha revelado que dedicar solo de 30 a 40 minutos al día al ejercicio puede mitigar los efectos negativos de estar mucho tiempo sentado. Estar sentado durante períodos prolongados se ha relacionado con un mayor riesgo de muerte prematura. Sin embargo, realizar actividad física moderada a vigorosa durante media hora a 40 minutos al día puede ayudar a contrarrestar estos riesgos.
El estudio, realizado por investigadores de la Escuela Noruega de Ciencias del Deporte, descubrió que las personas sedentarias que incorporaban ejercicio intenso en su rutina diaria tenían un riesgo similar de muerte prematura que aquellos que no eran sedentarios. Los tipos de ejercicio que resultaron beneficiosos incluyeron el ciclismo, caminar rápido y hacer jardinería.
El profesor Ulf Ekelund, uno de los investigadores involucrados en el estudio, enfatizó la importancia de la actividad física para las personas con alto tiempo de sedentarismo. Él afirmó: «En individuos activos que realizan aproximadamente 30 a 40 minutos de actividad física de intensidad moderada a vigorosa, la asociación entre un alto tiempo de sedentarismo y el riesgo de muerte no es significativamente diferente de aquellos con cantidades bajas de tiempo de sedentarismo.»
Los hallazgos de este estudio coinciden con las pautas emitidas por el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés), que recomienda que los adultos realicen actividad física diariamente, incluyendo entrenamiento de fuerza al menos dos veces por semana. El NHS también sugiere que los adultos apunten a dos horas y media de actividad de intensidad moderada por semana, como caminar rápido.
Vale la pena mencionar que investigaciones anteriores han resaltado consistentemente el riesgo de estar sentado durante mucho tiempo para la salud en general. El aumento del tiempo sedentario se ha asociado con un mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, incluso en comparación con otras actividades como dormir o estar de pie.
El estudio, publicado en la Revista Británica de Medicina Deportiva, involucró el análisis de datos de más de 44,000 adultos de mediana edad y mayores que usaron rastreadores de actividad física durante un promedio de 4 a 14.5 años. Durante este período, fallecieron 3,451 participantes. Los resultados indicaron que las personas que pasaban más tiempo sedentarias enfrentaban el mayor riesgo de mortalidad. Sin embargo, aquellos que realizaban actividad física moderada a vigorosa de manera regular mostraban un riesgo similar a aquellos que pasaban menos tiempo sedentarias.
En conclusión, este estudio enfatiza la importancia de incorporar el ejercicio en nuestras vidas diarias, especialmente para las personas que pasan largos períodos sentadas. Al dedicar una breve cantidad de tiempo cada día a la actividad física moderada a vigorosa, las personas pueden potencialmente reducir el riesgo de muerte prematura asociado con el comportamiento sedentario.