En abril de este año, Australia implementó modificaciones a sus leyes de salud y seguridad laboral (WHS, por sus siglas en inglés), que ahora exigen a los empleadores gestionar y mitigar los riesgos psicosociales en el lugar de trabajo. Mientras que las organizaciones más grandes pueden contar con los recursos para cumplir fácilmente con estas regulaciones, las pequeñas empresas pueden encontrarlo más difícil. Sin embargo, no cumplir con estas regulaciones podría resultar en una pérdida de talento y tener un impacto negativo en los resultados financieros.
Los riesgos psicosociales en el lugar de trabajo incluyen factores como la violencia, la agresión, el acoso, los conflictos, las condiciones de trabajo aisladas, el reconocimiento insuficiente, la falta de claridad en los roles, el apoyo deficiente y las demandas laborales insostenibles. Todos estos factores pueden tener un efecto perjudicial en la salud mental de un empleado si no se gestionan adecuadamente. Teniendo en cuenta que uno de cada cinco trabajadores australianos ha informado haber experimentado una enfermedad mental, es crucial que los empleadores, especialmente las pequeñas empresas, prioricen la gestión de los riesgos psicosociales.
La falta de una gestión efectiva de estos riesgos podría resultar en multas u órdenes de WorkSafe para los empleadores. Además, los incidentes continuos en el lugar de trabajo pueden dañar la reputación del empleador y llevar a un aumento en la rotación de empleados. Sin embargo, implementar procesos y procedimientos para gestionar estos riesgos puede reducir el riesgo de problemas laborales como el acoso y el hostigamiento. También mejora la conciencia de los empleados sobre los riesgos en el lugar de trabajo y promueve una gestión y un apoyo más efectivos para los empleados.
Las pequeñas empresas tienen la ventaja de conocer bien su negocio y pueden interactuar directamente con los empleados para comprender sus perspectivas sobre los riesgos en el lugar de trabajo. Realizar revisiones periódicas, encuestas y revisar los informes de incidentes laborales pueden ayudar a identificar oportunidades para mejorar. El desarrollo de un plan de gestión de riesgos, la implementación de políticas y la provisión de apoyo adicional, como programas de capacitación y servicios de asesoramiento, pueden gestionar y mitigar eficazmente los riesgos psicosociales.
Si bien estas nuevas regulaciones pueden plantear desafíos iniciales para las pequeñas empresas, monitorear activamente y abordar estos riesgos puede tener un impacto positivo en las operaciones, incluido un aumento en la retención de empleados, la productividad y una dinámica de equipo unificada. Es importante que las pequeñas empresas se mantengan informadas sobre las últimas actualizaciones legales y recursos sobre los riesgos psicosociales, como el sitio web de Safe Work Australia.
Cumplir con estas regulaciones no solo garantiza el cumplimiento legal, sino que también contribuye a la satisfacción de los empleados, la productividad y el bienestar general en el lugar de trabajo.
Fuentes:
– Unsplash / Brooke Cagle
– Employment Hero
