Un nuevo estudio de la Universidad de Florida ha encontrado que más de la mitad de los adultos estadounidenses han estado expuestos recientemente al humo de tabaco de segunda mano, y la mayoría de ellos no son conscientes de ello. La investigación sugiere que aproximadamente 56 millones de estadounidenses están expuestos sin saberlo al tóxico humo de segunda mano de forma regular. Esto es preocupante porque no hay un nivel seguro de exposición al humo de segunda mano, y la exposición a largo plazo puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades coronarias, enfermedades respiratorias y cáncer.
El estudio, que analizó datos de una encuesta nacionalmente representativa de más de 13,000 adultos estadounidenses, encontró evidencia de subproductos del nicotina en la sangre del 51% de los encuestados. Sin embargo, menos de la mitad de esas personas informaron haber estado expuestas al humo de segunda mano, lo que indica una brecha significativa en la conciencia. Las personas de todos los grupos demográficos subestimaron su exposición al humo, pero las personas afroamericanas tuvieron las tasas más altas tanto de exposición como de subestimación.
Los investigadores esperan que este estudio informe sobre intervenciones dirigidas a grupos en riesgo y aumente la conciencia sobre la exposición al humo de segunda mano. Es importante que las personas comprendan su exposición para poder tomar medidas de protección. Si bien no está claro por qué el nivel de subestimación de la exposición fue tan alto, las mediciones de cotinina, que indican una exposición reciente a la nicotina, son muy sensibles y pueden detectar incluso niveles bajos de exposición al humo.
Es importante tener en cuenta que no se considera seguro ningún nivel de exposición al humo de segunda mano. Incluso una exposición a bajo nivel puede tener efectos negativos en la salud. Los investigadores sospechan que algunos encuestados pueden haber desconocido su exposición o elegido no informarla debido al estigma social asociado con el tabaquismo.
En general, este estudio destaca la necesidad de aumentar la conciencia y la educación sobre los peligros del humo de segunda mano. Las intervenciones específicas pueden ayudar a proteger a los grupos en riesgo, y las personas deben tomar medidas para minimizar su exposición al humo de segunda mano.
Fuente: Universidad de Florida