Ante una adversidad inimaginable, el Dr. Hammam Alloh, el último nefrólogo en Gaza, tomó una decisión heroica que le costó la vida. Mientras las bombas caían y el ejército israelí se acercaba, el Dr. Alloh decidió quedarse en Gaza y continuar brindando atención médica crucial a sus pacientes. Creía firmemente que todos, independientemente de sus circunstancias, merecían acceso a una atención médica adecuada.
La trágica pérdida del Dr. Alloh pone de manifiesto los inmensos desafíos a los que se enfrentan los trabajadores de la salud en Gaza. Con recursos limitados y una infraestructura paralizada por cortes de energía y escasez de agua, estos héroes trabajan incansablemente para atender a los heridos y salvar vidas. Arriesgan su propia seguridad y hacen sacrificios increíbles porque se niegan a creer que las vidas palestinas son desechables.
Es una realidad desgarradora que el mundo haya cerrado en gran medida los ojos al sufrimiento del pueblo palestino. Miles de niños han perdido la vida y el número de muertos sigue aumentando. Como profesionales de la salud, somos testigos del trauma y la violencia que sufren nuestros pacientes que han huido de sus tierras en busca de refugio. La pregunta que surge es: si no valoramos las vidas de los palestinos, ¿qué mensaje estamos enviando a nuestros pacientes?
Nuestro compromiso con la equidad en la salud y la atención excepcional debe ir más allá de los muros de nuestras instituciones. El silencio sobre las atrocidades en Gaza socava los valores que apreciamos. No es suficiente cuidar de las personas solo después de que han experimentado un trauma inimaginable. Debemos, de manera activa, enfrentarnos a la opresión, la violencia y la negligencia.
Como profesionales de la salud, tenemos el deber moral y ético de utilizar nuestra experiencia para abogar por la paz y la justicia. Debemos instar a nuestras instituciones y representantes públicos a tomar medidas inmediatas y pedir un alto el fuego. La neutralidad no es una opción cuando se están perdiendo vidas y se están desgarrando comunidades. No podemos limitarnos a ofrecer soluciones superficiales a problemas arraigados; debemos abordar las causas sistémicas del sufrimiento.
Ha llegado el momento de reflexionar sobre las palabras y acciones del Dr. Alloh y de los valientes trabajadores de la salud en Gaza. Debemos encarnar su compromiso inquebrantable con la humanidad. Levantémonos por las vidas de los palestinos y exijamos el fin de este genocidio. Al hacerlo, honramos el juramento sagrado que hicimos como profesionales de la salud y reafirmamos nuestra dedicación al servicio de la humanidad. Juntos, podemos marcar la diferencia y asegurarnos de que ninguna vida sea considerada desechable.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Por qué el Dr. Hammam Alloh decidió quedarse en Gaza a pesar del peligro?
El Dr. Alloh creía que, como profesional de la salud, tenía la responsabilidad hacia sus pacientes. Rechazó la noción de que las vidas palestinas son desechables y tomó la valiente decisión de seguir brindando atención médica a pesar de la inminente amenaza para su propia vida.
¿Qué desafíos enfrentan los trabajadores de la salud en Gaza?
Los trabajadores de la salud en Gaza operan en condiciones extremadamente difíciles. Carecen de recursos esenciales y a menudo enfrentan cortes de energía y escasez de agua. Además, los hospitales y las instalaciones médicas han sido blanco durante el conflicto, lo que agrava aún más los desafíos que enfrentan.
¿Qué pueden hacer los profesionales de la salud para apoyar al pueblo de Gaza?
Los profesionales de la salud pueden utilizar su posición para abogar por un alto el fuego inmediato y el fin de la violencia en Gaza. También pueden instar a sus instituciones y representantes públicos a tomar una postura contra las atrocidades y asegurar que las vidas de los palestinos sean valoradas y protegidas.
¿Por qué es importante que los profesionales de la salud hablen?
Como defensores de la salud y la vida humana, los profesionales de la salud tienen una plataforma única para crear conciencia y exigir acción. Permanecer en silencio sobre el sufrimiento en Gaza contradice los valores de compasión y equidad que los profesionales de la salud defienden. Al alzar la voz, pueden amplificar las voces de aquellos que son marginados y oprimidos.