Un creciente cuerpo de evidencia sugiere que la dieta puede desempeñar un papel en la prevención de la demencia. Los investigadores han descubierto que ciertos factores modificables, como el ejercicio, el sueño y abordar condiciones de salud como la pérdida de audición o la presión arterial alta, pueden prevenir o retrasar el 40% de los casos de demencia en todo el mundo. Una dieta en particular, conocida como la dieta MIND, ha estado ganando atención por su impacto potencial en la prevención de la demencia.
La dieta MIND, desarrollada por investigadores de salud nutricional del Rush University Medical Center, es una combinación de las dietas DASH y mediterránea. Hace hincapié en los cereales integrales, las verduras, las nueces, las legumbres, las grasas saludables y las proteínas magras, al tiempo que limita las carnes rojas y procesadas, el queso, los dulces, los alimentos fritos y la mantequilla o margarina. Además, la dieta MIND sugiere consumir al menos seis porciones de verduras de hoja verde y dos porciones de bayas cada semana.
Estudios de investigación han demostrado que las personas que siguen de cerca la dieta MIND experimentan tasas más lentas de deterioro cognitivo, riesgos reducidos de demencia y menos signos de la enfermedad de Alzheimer en sus cerebros. Sin embargo, aunque estos resultados son prometedores, no demuestran una relación causa-efecto entre la dieta MIND y la salud del cerebro.
El primer ensayo clínico que investigó la dieta MIND se publicó en el New England Journal of Medicine. Aunque los resultados fueron decepcionantes, sin diferencias significativas en la función cognitiva entre el grupo que seguía la dieta MIND y el grupo que seguía sus dietas típicas, los investigadores creen que otros factores pueden haber influido en los resultados. Ambos grupos perdieron peso durante el estudio y los participantes del grupo de dieta típica consumieron inadvertidamente componentes de la dieta MIND.
Si bien se necesita más investigación para determinar la verdadera eficacia de la dieta MIND en la prevención de la demencia, la evidencia sugiere que una dieta saludable, rica en verduras, grasas saludables y limitada en azúcares añadidos, alimentos procesados y carnes, puede proteger el cerebro. Otros factores del estilo de vida, como dormir lo suficiente, hacer ejercicio y manejar el estrés, también son importantes para la salud del cerebro.
Incorporar elementos de la dieta MIND, como agregar bayas al desayuno o verduras de hoja verde al almuerzo varias veces por semana, y priorizar comidas basadas en plantas que incluyan legumbres y nueces, puede ser beneficioso. Sin embargo, es crucial formar hábitos saludables de estilo de vida desde temprana edad para maximizar la salud del cerebro.
Fuentes:
– New York Times
– (Definiciones y explicaciones por el Asistente)