La industria de la salud está experimentando una transformación digital, con la mayoría de los médicos y hospitales en los Estados Unidos adoptando o implementando sistemas electrónicos de registros médicos (EHR, por sus siglas en inglés). Este cambio hacia la digitalización y la interoperabilidad tiene como objetivo mejorar el acceso a la información y mejorar la prestación de servicios de salud. Como resultado, los profesionales de la salud están dejando de utilizar documentos en papel y adoptando el uso de la nube para almacenar los registros de los pacientes de manera segura.
Con la creciente cantidad de datos de salud que se envían a la nube, la seguridad se convierte en una prioridad principal. Medidas avanzadas como la encriptación y los controles de acceso ayudan a proteger los datos de los pacientes contra accesos no autorizados y garantizan el cumplimiento de regulaciones como HIPAA. Además, la nube permite a los empleados enviar y editar documentos de manera segura desde cualquier ubicación utilizando diversos dispositivos. Esto no solo ahorra tiempo y reduce errores, sino que también mejora la atención al paciente y aumenta la eficiencia al facilitar la captura y compartición de información vital.
Integrar contenido en papel y digital al mismo tiempo que se optimizan las operaciones y se aseguran los datos sensibles de los pacientes puede ser un desafío. Los profesionales de la salud deben priorizar la seguridad y la privacidad del paciente, asegurándose de que sus métodos de almacenamiento de datos cumplan con regulaciones como HIPAA. Almacenando los datos de manera segura y dándole prioridad a la confidencialidad del paciente, los trabajadores de la salud pueden aumentar la productividad, eficiencia y rentabilidad en el lugar de trabajo.
Las instituciones que manejan grandes volúmenes de datos pueden beneficiarse enormemente de pasar al formato digital y adoptar flujos de trabajo de gestión de documentos. La digitalización de documentos permite a los profesionales de la salud ahorrar tiempo y dinero al tener todos los documentos e información de los pacientes en un solo lugar seguro. Además, los procesos de digitalización y en la nube permiten la impresión y compartición rentable de documentos sensibles e información crítica del paciente.
Darle prioridad a la digitalización de documentos hacia la nube optimiza el flujo de trabajo, liberando tiempo para que los profesionales de la salud se centren en la atención al paciente. La digitalización protege los documentos contra accesos no autorizados y promueve prácticas de escritorio limpio para proteger los datos confidenciales de los pacientes. También facilita la interoperabilidad y el intercambio de datos entre los sistemas de salud, permitiendo una atención integral y coordinada.
El acceso fluido a los datos desde múltiples ubicaciones y dispositivos permite una mejor colaboración y eficiencia entre los profesionales de la salud. Los sistemas sólidos de respaldo y recuperación son esenciales para garantizar la continuidad de la atención al paciente en caso de pérdida de datos o fallos del sistema. Almacenar los datos en la nube suele incluir mecanismos de respaldo para minimizar el riesgo de pérdida de datos.
A medida que el lugar de trabajo de la salud se vuelve cada vez más digitalizado, salvaguardar la privacidad del paciente y garantizar la accesibilidad, seguridad y confidencialidad de los documentos a través de soluciones sin papel debería ser una práctica estándar. Al utilizar impresoras y escáneres para transferir documentos de manera segura a la nube, los proveedores de servicios de salud pueden crear más eficiencias en el lugar de trabajo, cumplir con las regulaciones de HIPAA y reducir los costos de impresión y suministros.
Fuentes:
– Jim Cropper, Director de Ventas en Brother International