Una reciente encuesta realizada por la Universidad de Texas A&M arrojó luz sobre las intenciones de vacunación de los padres estadounidenses para sus hijos. El estudio, que involucró a 5.035 padres de niños menores de 18 años, encontró que un porcentaje significativo de padres estaban dispuestos a vacunar a sus hijos contra el COVID-19, la influenza y el virus sincitial respiratorio (RSV) durante las próximas temporadas de otoño e invierno.
Según la encuesta, el 41% de los padres ya habían vacunado o planeaban vacunar a sus hijos contra el COVID-19, mientras que el 63% expresó intenciones similares para la vacuna contra la influenza. Además, el 71% de los padres estaban inclinados a hacer que sus hijos reciban la vacuna contra el RSV.
La encuesta también exploró los factores que influyen en el proceso de toma de decisiones de los padres con respecto a la vacunación. Reveló que las preocupaciones por las enfermedades desempeñaron un papel importante en las intenciones de vacunación, observándose una mayor probabilidad de vacunación contra el COVID-19, la influenza y el RSV entre los padres que expresaron preocupación por estas enfermedades. La confianza en las instituciones de salud fue otro factor importante, ya que los padres que confiaban en los establecimientos médicos tenían más probabilidades de buscar la vacunación para sus hijos.
Curiosamente, la encuesta destacó que el historial de vacunación previa también influyó en la intención de los padres de vacunar. Aquellos que habían vacunado previamente a sus hijos mostraron una mayor inclinación a buscar la vacunación contra el COVID-19, la influenza y el RSV.
Se observaron diferencias según el género y la afiliación política. Las mujeres eran menos propensas que los hombres a considerar la vacunación de sus hijos contra el COVID-19 y la influenza. Además, los conservadores políticos mostraron menos intenciones de vacunar a sus hijos contra el COVID-19 en comparación con los liberales.
Las preocupaciones sobre una conexión entre la vacunación y el autismo fueron un factor significativo para el COVID-19, pero no para la influenza o el RSV. Las preocupaciones sobre la seguridad, la necesidad de vacunarse y la falta de información se identificaron como las razones más comunes de la vacilación de los padres frente a las vacunas.
Los autores del estudio enfatizaron las posibles consecuencias de un gran número de niños no vacunados, advirtiendo que esto podría llevar a una alta incidencia de enfermedades prevenibles entre los niños.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
1. ¿Cuál fue el propósito de la encuesta realizada por la Universidad de Texas A&M?
La encuesta buscaba comprender las intenciones de vacunación de los padres estadounidenses para sus hijos, específicamente en relación al COVID-19, la influenza y el virus sincitial respiratorio (RSV).
2. ¿Cuántos padres participaron en la encuesta?
La encuesta contó con la participación de 5.035 padres de niños menores de 18 años.
3. ¿Qué porcentaje de padres expresó disposición para vacunar a sus hijos contra el COVID-19?
El 41% de los padres ya habían vacunado o planeaban vacunar a sus hijos contra el COVID-19.
4. ¿Qué factores influyeron en las intenciones de vacunación de los padres?
Factores como las preocupaciones por las enfermedades, la confianza en las instituciones de salud, el historial de vacunación previa, el género y la afiliación política influyeron en las intenciones de vacunación de los padres.
5. ¿Cuáles fueron las razones más comunes de la vacilación de los padres frente a las vacunas?
Las razones más comunes de la vacilación de los padres frente a las vacunas fueron dudas sobre la seguridad y la necesidad de vacunarse, así como la falta de información.
Fuente: Encuesta de la Universidad de Texas A&M