Comer comidas más saludables es un buen comienzo, pero ¿qué pasa con las meriendas? Según un estudio reciente, una de cada cuatro personas puede estar deshaciendo los beneficios de una alimentación saludable al elegir meriendas ultraprocesadas y azucaradas. Sarah Berry, autora principal del estudio e investigadora en el King’s College London, sugiere que cambiar las meriendas poco saludables como galletas y papas fritas por opciones más saludables como frutas y nueces puede ser una forma sencilla de mejorar la salud.
El estudio encontró que más del 25 por ciento de los participantes informaron que comían comidas principales saludables pero merendaban alimentos altamente procesados y golosinas azucaradas, lo que puede aumentar el apetito. En Estados Unidos, más del 90 por ciento de los adultos informan que comen una o más meriendas todos los días, mientras que en el Reino Unido, el 47 por ciento de los participantes comían dos meriendas al día. Esta investigación resalta la importancia de hacer elecciones inteligentes de meriendas.
El Dr. David Katz, especialista en medicina preventiva y estilo de vida, explica que debemos pensar en nuestro entorno alimentario de la misma manera en que pensamos en protegernos del mal tiempo. Así como usamos un abrigo cuando hace frío o un paraguas cuando llueve, debemos protegernos del «clima» de la comida chatarra y hacer un esfuerzo por comer bien.
El estudio, publicado en la revista European Journal of Nutrition, analizó los hábitos de merienda de 854 participantes. Se encontró que consumir meriendas poco saludables se asociaba con un IMC más alto, una mayor cantidad de grasa visceral y concentraciones de triglicéridos, factores todos ellos vinculados a enfermedades metabólicas como accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardiovasculares y obesidad.
El momento de las meriendas también fue crucial. Merendar después de las 9 p.m. estaba relacionado con el consumo de alimentos densos en calorías, altos en grasa y azúcar, lo que llevaba a peores marcadores sanguíneos y un mayor riesgo de enfermedades crónicas en comparación con aquellos que merendaban más temprano en el día.
Sin embargo, no todas las meriendas son poco saludables. Aquellos que comían frecuentemente meriendas de alta calidad, como nueces y frutas frescas, tenían más probabilidades de tener un peso saludable en comparación con aquellos que no merendaban o que optaban por alimentos poco saludables.
Para tomar decisiones más saludables al elegir meriendas, el Dr. Katz sugiere tener alimentos convenientes y nutritivos siempre a mano. De esta manera, tendrá control sobre lo que come, incluso cuando esté en movimiento. Recomienda empacar una bolsa de merienda aislada con alimentos como nueces, frutas frescas, frutas secas y hummus.
En conclusión, elegir meriendas más saludables es una forma sencilla pero efectiva de mejorar nuestra salud en general. Al tomar decisiones conscientes y estar conscientes de cuándo merendamos, podemos mantener un peso saludable y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Fuentes:
– CNN
– European Journal of Nutrition