El cáncer de ovario es una forma común de cáncer entre las mujeres, sin embargo, solo una de cada cinco mujeres irlandesas se siente segura de reconocer sus síntomas. Identificar el cáncer de ovario puede ser desafiante en las etapas tempranas, ya que puede no presentar ningún síntoma o solo síntomas leves. Por lo tanto, los funcionarios de salud del HSE instan a las personas a familiarizarse con los signos del cáncer de ovario.
Los ovarios, que están conectados al útero y almacenan óvulos, pueden ser afectados por el cáncer. Pueden desarrollarse tumores, lo que conlleva diversos síntomas. Sin embargo, reconocer estos síntomas puede ser difícil, ya que se asemejan a los de otras condiciones. A diferencia de otros tipos de cáncer, no hay una prueba de detección confiable disponible para el cáncer de ovario, razón por la cual Irlanda no cuenta con un programa nacional de detección de cáncer de ovario.
El cáncer de ovario afecta principalmente a mujeres que han pasado por la menopausia y tienen más de 50 años, aunque a veces puede ocurrir en personas más jóvenes. Es el cuarto cáncer más comúnmente diagnosticado en mujeres en Irlanda, con alrededor de 400 nuevos casos cada año.
Los síntomas del cáncer de ovario pueden incluir sensación de hinchazón constante, tener el abdomen hinchado, experimentar molestias en el abdomen o área pélvica, sentirse lleno rápidamente al comer o necesitar orinar con más frecuencia de lo habitual. Si bien estos síntomas también pueden ser causados por otras condiciones, es esencial consultar a un médico si hay cambios inusuales. Si los síntomas del síndrome del intestino irritable (SII) se desarrollan por primera vez a los 50 años o más, es especialmente importante buscar atención médica.
Las causas del cáncer de ovario no se comprenden completamente, pero ciertos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollarlo en una mujer. Estos incluyen tener más de 50 años, antecedentes familiares de cáncer de ovario o mama, falta de ejercicio, endometriosis, sobrepeso, tabaquismo, terapia de reemplazo hormonal (TRH) y exposición al amianto.
El tratamiento para el cáncer de ovario depende del estadio y la propagación del cáncer, así como de la salud general de la paciente. La cirugía se realiza a menudo para eliminar la mayor cantidad de cáncer posible, a veces resultando en la extirpación de ambos ovarios, el útero, las trompas de Falopio y los tejidos grasos del abdomen. La quimioterapia se utiliza para eliminar cualquier célula de cáncer restante, ya sea antes o después de la cirugía. Las terapias dirigidas son opciones de tratamiento más recientes que se enfocan en partes específicas de las células tumorales.
La detección temprana y el tratamiento mejoran significativamente las posibilidades de curar el cáncer de ovario. Sin embargo, a menudo no se identifica hasta que se ha propagado, lo que dificulta la cura. Si bien el tratamiento tiene como objetivo curar el cáncer siempre que sea posible, en los casos en los que el cáncer se ha propagado demasiado, el enfoque se centra en controlar los síntomas y detener el crecimiento del cáncer. Incluso después de un tratamiento exitoso, el cáncer puede regresar en pocos años y, si bien no se puede curar en ese momento, la quimioterapia puede ayudar a reducir los síntomas y controlar el cáncer.
Fuentes:
– Sociedad Irlandesa del Cáncer
– HSE