Las últimas dosis de Moderna y Pfizer-BioNTech, que ahora están disponibles para todos los mayores de 6 meses, han visto una demanda sorprendentemente baja. A pesar de la disponibilidad y los posibles beneficios de los refuerzos de COVID, la aceptación ha sido limitada.
Según datos recientes, hasta la primavera del año pasado, solo el 21% de los adultos y el 43% de las personas mayores en Estados Unidos habían recibido la vacuna COVID-19 previamente actualizada. Esto indica una falta de entusiasmo por los refuerzos entre la población en general.
La baja demanda de refuerzos de COVID-19 plantea preocupaciones sobre la efectividad de las campañas de salud pública y la percepción general de las vacunas. Mientras que la implementación inicial de las vacunas fue recibida con entusiasmo y alta demanda, parece faltar el mismo nivel de emoción para las dosis de refuerzo.
Los expertos sugieren que puede haber varios factores que contribuyen a la baja aceptación de los refuerzos. Una posible razón es la vacilación de vacunarse entre ciertos grupos de la población que continúan siendo escépticos acerca de la seguridad y eficacia de las vacunas. Otro factor podría ser la percepción de que las dosis de refuerzo no son necesarias o que las vacunas existentes brindan suficiente protección contra la variante Delta.
Las organizaciones de salud pública y los proveedores de atención médica deben abordar estas preocupaciones y alentar al público a considerar recibir los refuerzos de COVID-19. Una comunicación clara y precisa sobre los beneficios de los refuerzos, incluida la capacidad de aumentar la inmunidad y proteger contra nuevas variantes, es crucial.
Es importante que las personas consulten con sus proveedores de atención médica para tomar decisiones informadas sobre recibir las dosis de refuerzo de COVID-19. La vacunación sigue siendo una de las formas más efectivas de protegerse a sí mismos y a los demás contra enfermedades graves y la propagación del virus.
Fuentes:
– CGTN Now
– The China Report